El Sevilla FC ha ganado un Carranza más y ya son seis. Son seis triunfos en doce participaciones. Se necesitaba una victoria de este calibre para reforzar la confianza en un grupo que no estaba cuajando buenos resultados. Es cierto que la pretemporada sólo son ensayos, que las balas son de fogueo, pero no menos que los marcadores otorgan o restan confianza. El análisis del paso del equipo por el trofeo de los trofeos engloba a buen seguro múltiples perspectivas, aunque hay datos irrefutables que no están sujetos al siempre variable plano de la subjetividad. El Sevilla ha mostrado su cara más sólida, la de equipo impenetrable que espera su momento y atiza severamente para llevarse las victorias. Ése fue el sello del conjunto de Jiménez en la anterior campaña que tantos frutos, tanto en juego, en muchos partidos hubo buen juego, como en resultados.
La victoria en el Carranza, además, arroja otras conclusiones evidentes. Por ejemplo que, más allá de que algún refuerzo pudiera mejorar lo que hay, la plantilla es amplia y muy equilibrada. Jiménez sacó dos onces prácticamente diferentes en semifinal y final y en ambos casos el equipo salió victorioso y mostró imagen ganadora, muy seguro en la retaguardia y contundente arriba. Y eso sin contar que tres primeras espadas como Luis Fabiano, Jesús Navas y Renato Dirnei estaban fuera por lesión.
Dicho todo esto, no se puede pasar por alto el esplendoroso momento de forma de Adriano, que parece que carbura a una marcha más que el resto de sus compañeros. Al equipo aún se le ve lento en algunos aspectos, lo normal a estas alturas, falta rodaje, que debe llegar con las dos semanas que restan de entrenamientos, tal y como dijo Manolo Jiménez el sábado, después del partido ante el Deportivo.
La portería, asimismo, parece estar bien cubierta otro año más: Andrés Palop dejó claro ante el Valencia que sigue siendo un líder, repeliendo todo lo que le pusieron por delante, y Javi Varas transmitió seguridad, dejando claro que hay garantías en los tres palos. Otro nombre propio a subrayar es el de Koné. Ahora sí, podemos decir que el marfileño está en vías de recuperación. Se le ve activo y aunque se espera mucho más de él, ha vuelto a recuperar la sonrisa del gol ante un equipo importante como el Valencia. Koné es uno de esos refuerzos, del grupo de los lesionados de la pasada campaña, que tanto deseaba Jiménez.
En el centro del campo, Zokora aporta un músculo que antes no había, eso es algo obvio. No obstante, en esta zona es donde aún se precisa cierta ligereza que otorga la competición. En las bandas, por otra parte, Capel va recuperando el aire que le hizo ser internacional, mientras que Alfaro y José Carlos se consolidan como buenas opciones y Perotti como hombre importantísimo en el esquema de Manolo Jiménez. Y no hay que olvidarse de Duda, que, pese a tener un futuro incierto, en el Carranza ha sacado a relucir el guante que tiene en la zurda, dando dos asistencias de gol.
En resumen, el Sevilla ha transmitido muchos indicios positivos en el Carranza, aunque sólo indicios, porque será a partir del 30 de agosto cuando se vea la realidad de las cosas. Aún quedan dos semanas, un mundo en esto del fútbol.
